Capturando mis relatos. El profesor, el alumno, los compañeros.

La interacción en el proceso de aprendizaje.

La enseñanza de la fotografía remite directamente a una iteración, que genera el trabajo mancomunado de crítica por parte del profesor y sus compañeros de aula, y la auto crítica por parte del estudiante. Al tener un carácter productivo la mayoría de experiencias educativas alrededor de la fotografía, hace que los estudiantes deban cotejar sus ejercicios con los demás y revisar cómo van desarrollando su capacidad de observación y señalamiento. Para esto revisaremos nuevamente el ambiente de aula de los talleres “Capturado mis relatos” que en el anterior post revisamos.
La fotografía actúa sobre el gusto y las percepciones de un público, su enseñanza se enriquece mucho cuando hay una crítica sincera por parte de sus pares, haciendo de este una necesaria interacción con su profesor, con sus pares, con la herramienta la cual es la cámara fotográfica y ciertos contenidos necesarios que giran en torno alrededor de la imagen. Describiré cual es el tipo de interacción que se produce en los talleres “Capturando mis relatos”, basándome en conceptos como lo son La Zona de desarrollo próximo (ZDP) y los tipos de interacción que suceden entre los estudiantes, entre ellos, entre el profesor y el contenido.
Cada ejercicio fotográfico es un espacio de acción e interacción, que debe tomarse como un proceso a largo plazo, que sobrepasa la capacidad de enseñanza del profesor, ya que este le da bases para la producción fotográfica, para entender un lenguaje basado en la imagen, a su vez, le enseña múltiples posibilidades de acción con él, dándole la oportunidad para que forje un criterio estético, con todo lo que ello implica. Pero como lo acabo de repetir, esto no se hará en un corto plazo, ni será solamente por la interacción con el profesor, ya que los pares también formaran una parte importante en este proceso, pues la percepción personal se forja también en colectivo, esto es lo que Vygotsky llamaba Zona de Desarrollo Próximo, esta “no es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo , determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz.” (1996 Pág. 133).
Poder generar en los estudiantes confianza, basada en un lenguaje común, es sumamente importante para identificar las inquietudes más íntimas que poseen. Ya que, en la enseñanza de la fotografía en estos contextos tan particulares, como lo son los hogares comunitarios y los contextos no escolarizados, el alcanzar metas no significa cumplir directamente con los estándares del maestro, ya que, el proceso evaluativo de estos no es tradicional, me refiero a que cada alumno avanza en su experiencia educativa ubicando personalmente sus propias metas y ampliando el campo de acción que el marque. Así que en estos contextos no hay una aprobación directa por parte del profesor, pues muy pocas veces veo que un profesor de fotografía repruebe una práctica fotográfica, pues el gusto y la crítica hacia el estudiante de parte de su maestro, construye una experiencia mancomunada, interactuando en un espacio donde el maestro como decía Onrubia debe: “promover la utilización y profundización autónoma de los conocimientos que se están aprendiendo por parte de los alumnos” (1993 Pág. 114). Así que, si no se le seduce a los estudiantes, con un conocimiento práctico, necesario, cuestionador, para sus vidas, podemos hacerlos caer en el tedio de una práctica que será poco relevante en su vida intelectual.
Otro factor importante es la interacción entre pares. La crítica por parte de los compañeros hace sincera las apreciaciones sobre lo fotografiado y como fue realizado, salvo en algunos casos donde las enemistades u otros factores en la convivencia afecten la participación de los estudiantes. Pasando por alto los problemas de convivencia del alumnado y suponiendo que toda crítica es sincera, cada palabra sobre la técnica o el concepto de la fotografía, debe pasar por un ejercicio argumentativo propio (Onrubia, 1993), restringiendo este ejercicio a estos contextos en particular, cada alumno debe argumentar a su clase lo expuesto con su fotografía, para luego dar paso a la crítica de sus compañeros, pues “el contraste entre puntos de vista moderadamente divergentes a propósito de una tarea o contenido de resolución conjunta” (Onrubia, 1993. Pág. 118), pues sus pares conocen el contexto donde se remite el estudiante, conocen en otro nivel las inquietudes del compañero, además de ubicar un reto al estudiante frente a sus pares.
La interacción de los estudiantes con el contenido de los talleres, responde a ejercicios de técnica básica de cámaras digitales, ejercicios de encuadres fotográficos, observar fotografías de otros fotógrafos y revisión de sus propios álbumes de familia, esto con el fin de aumentar su acerbo visual, afinar su capacidad de observación y comprensión de las imágenes y despertar en ellos una sensibilidad estética, valiéndose de referentes cercanos. Ya que, reconocer en el estudiante sus saberes previos, motivándolo no solo a producir fotografías en los talleres, sino reflexión frente a las imágenes más recurrentes e importantes de su entorno familiar, aterrizará más efectivamente lo que se le quiere enseñar, creando un lenguaje común con el estudiante.
Para terminar, la interacción que promueven estos talleres, desembocan a descubrir en sus prácticas, maneras cada vez más eficaces de responder a los retos planteados por sus prácticas educativas, por ello, los talleres se han diseñado para que la interacción con el profesor sea con un lenguaje común, con el par sea bajo inquietudes compartidas, con el contenido sea bajo un contexto cercano, generando una experiencia pertinente con sus entornos más próximos y sus proyecciones más anheladas.
Link del taller.
Capturando mis Relatos.

Referencias:
Onrubia, J. (1993).El constructivismo en el aula. Coll, C. Martín, E. Mauri, T. Miras, M. Onrubia, J. Solë, I. Zabala, A. (Eds)Enseñar: Crear Zonas de desarrollo próximo e intervenir en ellas. (p. 101 – 124). Colección Biblioteca de Aula.
Vygotski, L. (1996). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores (1ra Ed). Barcelona, España.: Grijalbo Mondadori S.A.

Dentro y fuera del currículo oficial.

¿Qué del currículo oficial existe en la práctica?

En la práctica del proyecto Intervención Floral existe mucho en su práctica, ya que fue un proyecto lento y personalizado, donde cada madre comunitaria construyo su experiencia educativa conjuntamente con sus compañeras, esto lo hacían en ocasiones en reuniones colectivas y en visitas domiciliarias que realizaba constantemente a cada hogar, acompañándolas una a una y brindándole un acompañamiento mayor a los hogares que más lo requerían.

Según el enfoque colaborativo que nos describe Posner, la construcción del currículo debe ser horizontal, pues la persona que diseña el currículo debe escuchar las particularidades que le brinda su práctica, los matices que se generan con los estudiantes, resolviendo las inquietudes particulares que cada uno se enfrenta. La elección de un tema relevante a trabajar con las madres comunitarias, daba cierta empatía con lo que se desarrollaba, pues mostraba la ejecución de actividades artísticas como un medio para investigar, conocer mejor su barrio y fortalecer lazos comunitarios con sus vecinos, demostrando no solo una utilidad visible como lo son, educando a los niños, sino convirtiéndose en agentes educativos que proponían mas allá de sus paredes, al exterior de ellas.

Los tiempos, el tipo de ejecución, se construyó conjuntamente con las madres comunitarias, al igual que el tema a tratar. Después de la exploración de mes y medio se socializo el proyecto buscando un común acuerdo con las madres comunitarias, luego se les planteó las fases y quienes iba a participar en él, dicha socialización no se hizo colectivamente de manera oficial, pero antes de ponernos en marcha, consideramos variables como los desplazamientos de ellas por el barrio (conociendo la problemática de violencia de este y la disposición de tiempo efectivo dentro de las horas laborales del hogar comunitario y fuera de ellas), los integrantes de su propia familia y como podían ellos ayudar en la construcción del proyecto (este aspecto corrió de maneras diferentes en cada hogar comunitario, pues ellas se encargaron exclusivamente de ello), también ellas gestionaron por su cuenta la colaboración de las familias usuarias en la jornada de pintura (exclusivamente ellas se encargaron de esta gestión, con alguna intervención de nuestro equipo de trabajo si era necesario). De acuerdo con la perspectiva experimental, los profesores, al igual que los estudiantes, deben participar en decisiones que afectan las condiciones bajo las cuales deben trabajar (Posner, 2005), ya que el enfoque colaborativo se basa en la perspectiva experimental parafraseando a Posner, vemos como los alumnos, en este caso las madres comunitarias, trabajan en un proyecto pertinente y actual para su realidad más próxima, sino que toman las riendas de la ejecución de los productos del proyecto (con una guía constante del equipo de trabajo).

¿Qué pasa en la práctica que no pertenece al currículo oficial? ¿Cual es la razón para que eso pase?

Nos encontramos con gratas sorpresas en el camino y con algunas no muy gratas también. Al trabajar en este espacio tan vivo, me refiero a que no está propiamente provisto de un agente regulador como lo puede ser un profesor en un salón de clase, sino que acá median unos factores de vida en comunidad, donde se entremezclan gran cantidad de intimidades entre familias del barrio, donde los lazos familiares traspasan las paredes del hogar y llegan noticias hacia otros hogares, o hay apegos o desapegos entre los habitantes de los sectores, toda una vida de barrio popular, donde el vecino ejerce un rol definido por el resto de vecinos de su comunidad. Esto torpedeo y potencializó algunas actividades con ciertas madres comunitarias, así cada madre comunitaria sufrió una interacción distinta entre sus pares, pues se les forzó a trabajar mancomunadamente para una experiencia común, pues en cada jornada de pintura mural, en cada reunión colectiva todas deberían estar.